Consejos en el trabajo
Utilizar el lenguaje corporal
El lenguaje corporal, es todo aquel gesto que se realiza consciente o inconscientemente cuando se realiza alguna acción comunicativa. A través del lenguaje corporal se pueden transmitir emociones, y el público puede ver que el orador está nervioso, que tiene seguridad o que es tímido.
A la hora de hablar en público hay que utilizar el lenguaje corporal de forma positiva, utilizándolo para transmitir serenidad a la hora de hablar, evitando los gestos exagerados o sobreactuados. El lenguaje corporal representa el 55% de la comunicación, por lo tanto, tener en cuenta una serie de recomendaciones para controlarlo puede ser muy beneficioso:
- Los movimientos deben ser lentos. No caminar rápido ni hacer movimientos bruscos.
- Manos fuera de los bolsillos.
- No poner las manos atrás.
- No caminar por todo el auditorio mientras se habla.
- Caminar por el escenario demuestra inseguridad. El impulso de caminar surge de la necesidad de “marcar territorio”.
- No cruzar los brazos.
- No poner brazos en las caderas.
- Tener la espalda recta.
- Dejar las manos libres con naturalidad para expresar con ellas lo que se expone.
- Mirar hacia todos los asistentes.
- No mirar hacia el techo, ni hacia el suelo.
- No quedarse quieto o rígido.
- Mantener una postura cómoda, erguida, natural y no forzada.
Para más consejos, puedes ver el vídeo de abajo, en el que Elsa Punset, habla sobre el lenguaje corporal:
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Hablar en público en otro idioma
La creciente internacionalización de los negocios, la vida académica o la salida hacia otros países con el fin de buscar trabajo, obliga cada vez más a hablar en público en otro idioma. Estas técnicas para hablar en público, son válidas para la selección de personal o la entrevista de trabajo.
También se dan casos, en los que sin salir del propio país, se tiene que utilizar otro idioma, por ser el oficial de la empresa, o por recibir a clientes o invitados de otro país. En el caso de entrevistas de trabajo para empresas internacionales, también se puede pedir que el candidato se exprese en otro idioma.
Los principales problemas que se presentan son: el dominio del idioma, la comunicación no verbal en el idioma y las diferencias culturales entre los asistentes.
Es evidente, que para poder expresarse en otro idioma, es necesario dominarlo y tener una buena comprensión auditiva del mismo.
Consejos para hablar en público en otro idioma
- Apoya tu discurso con una presentación que muestre el esquema de la exposición, de esta forma será más fácil de seguir para los asistentes, si tiene público o se trata de una reunión de negocios.
- Asimismo, entrega fotocopias del guion por si los asistentes quisieran tomar notas.
- Habla más despacio de lo habitual, y esfuérzate por vocalizar lo máximo posible, en el caso de utilizar terminología con la que no todo el mundo esté familiarizada, aclara su significado.
- En el caso de cambiar de punto en la exposición, haz notar que has cambiado de tema.
Es necesario saber cuales son los matices del idioma que hablas, por ejemplo, en el caso de una negociación en inglés, si la otra parte dice «ha surgido un pequeño problema», lo más normal es que no le prestemos mucha atención, pero si nuestro interlocutor es británico y nos dice «There’s a slight difficulty» (literal: hay una pequeña dificultad), nos querrá decir que la dificultad es bastante importante.
En el caso de la comunicación no verbal, entre diferentes países, puede diferir bastante, por ejemplo, el gesto que se hace con la mano haciendo un circulo con el pulgar y el índice, para los americanos significa OK, pero en Francia o en España significa cero, en Japón es dinero, en algunos países árabes es una proposición poco apropiada y en Brasil insulta a nuestro interlocutor.
Es por esto que aprender una lengua extranjera debe incluir también su comunicación no verbal y sus referencias culturales para poder comunicarnos y hablar en público de la forma más eficiente posible.
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Preparar el discurso para hablar en público
Antes de realizar una presentación o discurso en la que haya que hablar en público, lo más conveniente es ensayarlo. Para ello debes saber estructurarlo y conocer el contenido que debes incluir en cada parte del discurso.
Estructura del discurso
Una vez empecemos el discurso, lo primero es resumir los temas que se van a tratar, o si se acompaña con una presentación, exponer una estructura del discurso, o índice en la misma. A continuación, se sigue con la exposición manteniendo una estructura lógica y ordenada, que suele seguir un esquema clásico: introducción, nudo y desenlace.
La introducción, junto con el desenlace, es uno de los puntos más importantes del discurso. En la introducción el orador tiene que conseguir una serie de objetivos importantes:
- Conseguir el silencio;
- Hacer que los oyentes estén atentos y sean benevolentes;
- Suscitar el interés por el tema que se va a tratar;
- Produccir el rapport o sintonía con el público;
Para conseguir estos objetivos, son varias las cosas que el orador puede hacer. Tras las palabras formales y agradecimientos a la institución el orador puede continuar con:
- Anunciar los objetivos de la charla.
- Dar unos datos estadísticos sorprendentes.
- Asegurar al público que los puntos previstos quedarán claros al final de la misma.
- Empezar con una anécdota, que relaje el ambiente.
- Contar un hecho de la carrera profesional que ponga de relevancia la profesionalidad del orador.
- Citar una frase del algún personaje célebre.
- Halagar al público.
- Mostrar puntos de contacto entre la audiencia y el orador.
- Explicare el esquema de la conferencia.
- Arrancar el discurso con una afirmación chocante.
También es conveniente evitar excusarse por el material con el que se está exponiendo o decir que ha resultado muy difícil escoger el tema. Si se exponen las debilidades, el público se fijará en ellas, si no se menciona lo difícil que fue hacer la presentación el público juzgará más duramente su presentación.
En el nudo o desarrollo se exponen las ideas principales. Es la parte del discurso que más tiempo va a ocupar, pero aun así es conveniente delimitar los temas y el tiempo que se les va a dedicar, para poder tratarlos todos en el discurso y no quedarse a mitad. Se debe exponer un punto de vista coherente que aporte solidez a la exposición, y así dejar claros los puntos del discurso al público. Para hacer que las ideas sean comprendidas, la exposición debe ser clara y concisa, de esta forma se conecta mejor con el público. NO es conveniente hablar de diversos temas, porque el discurso puede quedar incoherente.
Aunque no es obligatorio, es recomendable ilustrar el discurso con una presentación o con imágenes, no es necesario una presentación llena de texto, la sencillez debe ser lo que prime en este tipo de ayudas para el discurso, porque, de lo contrario, distraerán la atención del público.
En cuanto al desenlace, deben resumirse las ideas principales, para dejar claro el mensaje. No es necesario dedicarle gran parte del tiempo, porque se trata de sintetizar el discurso, exponiendo los argumentos o la solución al problema planteado, si es el caso. No hay que finalizar el discurso con frases típicas como «mi tiempo termina aquí», «acabo porque os veo cansados»… Lo mejor, es agradecerle al público la atención prestada y el interés.
Estilo del discurso
Utilizar el lenguaje de forma correcta en nuestro discurso puede ayudar a que el mensaje se entienda bien, y a que el miedo a hablar en público desaparezca. Por ello es necesario seguir una serie de recomendaciones:
- Utilizar un lenguaje claro, preciso y directo.
- No utilizar palabras malsonantes.
- Es mejor expresarse utilizando la voz activa.
- Utilizar los verbos.
- Si hay sinónimos para una palabra, es conveniente utilizar el más corto.
- Utilizar frases cortas y sencillas.
- Es recomendable respetar la sintaxis y el orden lógico de las frases.
- No utilizar eufemismos
- No usar siglas que puedan confundir al oyente
- No utilizar términos contradictorios o hablar con imprecisión.
- No se aconseja improvisar a no ser que el orador sea un experto.
- Reavivar el interés frecuentemente cambiando de ritmo o introduciendo temas novedosos a la exposición.
- No abusar de las muletillas.
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Miedo a hablar en público. ¿Cómo vencerlo?
El miedo a hablar en público es uno de los más extendidos entre las personas. Enfrentarse a este tipo de situaciones puede generar ansiedad y no obedece a motivos lógicos, en algunas ocasiones. El miedo escénico, como se conoce entre los actores, no es exclusivo de los novatos, oradores experimentados o actores, pueden sufrir este miedo en situaciones determinadas.
Las razones que más destacan en cuanto al miedo a hablar en público son: miedo a las críticas, al fracaso, a posibles reacciones negativas y el temor a la pérdida de prestigio.
Tener miedo o estar nervioso en los momentos previos a un discurso público, es natural, por lo que no hay que ser muy críticos con nosotros mismos. La mejor manera para vencerlo es con la preparación adecuada. Cuando se domina el tema del que se va a hablar aumenta el nivel de confianza y disminuye la ansiedad. De la autoconfianza depende en gran medida el éxito del discurso en público.
Vencer el miedo a hablar en público
Antes de afrontar el discurso en público, en muchas ocasiones, mantenemos un diálogo interno, en el que podemos decirnos una serie de cosas que pueden ser postivas o negativas, aunque en mayor medida negativas, con frases como: no puedo, es imposible… Hay que afrontarlas, y repetirnos frases postivas: soy capaz, puedo, lo lograré… Para ayudar a este pensamiento positivo, podemos utilizar visualizaciones, en las que nos imaginemos el audiorio con una actitud postiva.
Otra estrategia útil es buscar los ojos de una persona entre el público que nos genere confianza o tranquilidad, para utilizarlos como punto de referencia en momentos en los que necesitemos seguridad.
No te aprendas las intervenciones de memoria, ya que un pequeño lapsus puede incrementar notablemente el nivel de ansiedad y trastocar el discurso.
Antes de enfrentarte al público recaba información sobre ellos, asñi tu preparación puede ser más completa. Si antes de empezar, logras hablar con alguien del público ayudará a relajarte, y te puede dar soltura y espontaneidad.
No evites las situaciones de hablar en público, porque te van a aportar experiencia y soltura para cuando tengas una gran exposición o discurso. Practicar con personas de tu entorno o hablar en situaciones cotidianas te puede ayudar.
Los ejercicios de relajación son muy importantes para disminuir la ansiedad, es conveniente que los realices cada semana.
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